viernes, 12 de marzo de 2010

Alicia en el país de las maravillas

Por: César Falla Figueroa*



Una historia fascinante que nos impulsa a ir en busca de nuestro propio destino.


Adaptación cinematográfica, resultado de una mixtura fantástica de uno de los cuentos más queridos de todos los tiempos, “Alicia en el país de las maravillas” (1865) y “A través del espejo” (1871) que incorpora de forma estupenda efectos especiales que le imprimen una emoción especial a esta maravillosa obra. El genial Johnny Depp, da vida al sombrerero loco y en tanto la actriz australiana Mia Wasikowska a la bella Alicia. Que a sus 19 años retorna a ese misterioso y gran escenario de ensueño donde se adentró siendo una niña para verse con sus “viejos” amigos: el Conejo Blanco, el Gato de Cheshire, la Oruga azul, el mismo Sombrerero, entre otros personajes de la literatura. Tras asistir a una fiesta en una lujosa mansión, en la que pasó toda su infancia, acontecimiento donde es sorprendida al recibir una propuesta de matrimonio ante un número importante de invitados de la alta sociedad. Alicia se muestra dubitativa y decide ir tras la invitación, de un simpático conejo, muy bien vestido que ingresa a un agujero al lado de un árbol y cae en una especie de hoyo profundo que la llevará al país de las maravillas. Es allí donde Alicia emprende una espectacular aventura, con el fin de encontrar su real destino y derrocar a la malvada y deforme reyna roja (Helena Bonham) y su ejército de soldados escarlatas, logrando su propósito, recuperando el trono a la reyna blanca (Anne Hathaway), hermana y rival de la desalmada monarca. Los habitantes de este asombroso mundo, en su mayoría, inquietas y adorables criaturas tienen la firme esperanza que Alicia los ayuden y asimismo, ellos la ayudarán a recordar su primera visita a este fabuloso territorio. El oráculo dice que Alicia tiene como contrincante a una horrenda bestia, el terrible Jabberwocky, antiguo enemigo de la envalentonada joven, venciéndolo y poniendo punto final al imperio de la reyna roja que es condenada a la indiferencia, hasta el fin de la infratierra.

*Licenciado en Ciencias de la Comunicación